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Las manos y pies son las partes del cuerpo que más usamos y por consecuencia tienden a resecarse mucho. Esto produce piel blancuzca, dureza, picor. Para resolver este problema lo mejor es el tratamiento de baño de parafina para manos y pies.
¿Qué es la parafina?
Es una cera derivada del petróleo a la cual se le añanden distintas esencias como lavanda, arándanos entre otros. Esta cera es sólida en su estado original y se pone líquida cuando se calienta.
¿Cuáles son los beneficios de la parafina?
Tiene beneficios tanto estéticos como para problemas de articulaciones y otras condiciones médicas.
Un baño de parafina tanto en manos como pies ayuda a lograr una hidratación mucho más profunda y duradera pues el calor hace que penentre a las capas más profundas de la piel y permanezca por mucho más tiempo que cualquier tipo de crema o loción que permanece en la superficie. Un tratamiento de parafina semanal te ayudara a mantener un piel mucho más suave, tersa y libre de escamaciones.
Otro de los beneficios de la parafina es que al actuar como un vasodilatador, mejora la circulación, reduce la inflamación causada por artritis, golpes o accidentes y minimiza espasmos musculares.
¿Cuándo no debes usar la parafina?
Cuando hay una herida abierta o historial de alergias a algún derivado del petróleo o a la fragancia utilizada.
¿Qué necesitas para hacerte un tratamiento de parafina?
1. Un pequeño horno para parafina que se conecta a la electricidad.
2. Los bloques de parafina que vienen sólidos del olor de tu preferencia.
3. Loción
4. Bolsas plásticas y guantes para mantener el calor.
Procedimiento
Primero vamos a poner los bloques de parafina en el baño, lo vamos a prender a temperatura máxima hasta que la parafina se derrita.
Una vez se haya derretido vamos a bajar la temperatura a media para asegurarnos de que nos vaya a quemar o a la clienta pues hay pieles más sensibles que otras.
Una forma de saber que tan caliente está es por su consistencia, mientras más líquida esté más caliente estará.
Es aconsejable hacer un tratamiento de manicura o pedicura antes para remover toda la piel muerta y que la parafina pueda penetrar con facilidad.
Vamos a lavar las manos con agua y jabón y aplicarle loción.
Cuando comprobemos que la temperatura está agradable vamos a sumergir la mano al menos 3 veces para que se vaya formando una capa gruesa, vas a notar que empieza a endurecerse bastante rápido.
Inmediatamente vamos a cubrir la mano con una bolsa plástica y el guante para conservar el calor por 10 minutos.
Cuando lo hacemos en casa y tenemos nuestro baño personal podemos sumergir la manos y pies una y otra vez. Cuando termines tu tratamiento puedes apagar tu horno, la cera se va a endurecer y cuando la quieras volver a usar solo la vuelves a prender y esta se vuelve a derretir.
Cuando estás en el Salon y le vas a ofrecer este servicio a tus clientes, es mejor utilizar una técnica de aplicación distinta para evitar la contaminación de nuestra parafina.
Vas a tomar un poco de la parafina, ya sea con la misma bolsa o con un cuchara grande y la vas a poner dentro de la bolsa, así introduces la mano o el pie de la clienta dentro de la bolsa con la parafina y la distribuyes alrededor, ya luego colocas el guante y listo.
Recuerda que si vas a hacer este tratamiento el mismo día que la clienta se va a poner acrilico, gel o cualquier otro material, tienes que hacerlo después de haber completado el trabajo y que todo esté totalmente seco, porque la hidratación será muy profunda y cualquier material que trates de colocar después no se va adherir.
Una vez pasen los 10 minutos, lo vas retirando y vemos como la piel queda tersa y brillosa.
Recomendemos a la clienta usar jabones hidratantes, loción y tomar agua.
Lo recomendable es hacer el baño de parafina una vez por semana para mantener el efecto y los otros beneficios mencionados.
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